¿El frío provoca los resfriados?

Mujer abrigada se suena los mocos
Igual que se cree que la vitamina C evita los resfriados, popularmente se considera que el frío es el causante de los resfriados. Su propio nombre, tanto en español como en otros idiomas, hace referencia al frío. Además, es en los meses más fríos en los que se manifiestan con mayor frecuencia las infecciones virales agudas de las vías respiratorias superiores. Por lo tanto, es lógico pensar que experimentar el frío y humedad característico de esos meses provoca los resfriados.

Sin embargo, no es más que uno de los ejemplos donde relación no implica causalidad, o dicho de forma más sencilla, que dos cosas estén relacionadas porque suelan ocurrir casi simultáneamente no implica que una cause la otra. A pesar de esto, sí se ha demostrado que los síntomas se manifiestan tras la manifestación aguda al frío.

¿Qué es el resfriado común?

El resfriado común es un síndrome, es decir, un conjunto de síntomas causados por virus de doscientos serotipos distintos, como el rhinovirus, el coronavirus, el virus sincitial respiratorio (VSR), el virus de la gripe, el virus paragripal, el adenovirus y el enterovirus. Dicho de otra manera, no es una única enfermedad, sino diferentes condiciones que cursan de manera similar. Generalmente es una enfermedad respiratoria leve de las vías superiores de corta duración y que afecta principalmente a la nariz. Por ello se manifiesta con la congestión nasal, estornudos, rinitis, faringitis, irritación de garganta y una leve fiebre. Su sintomatología se puede superponer con la de una gripe leve, no pudiendo diferenciarse con seguridad a menos que se aisle el virus.

Dicho esto, si no hay virus presente, no hay resfriado, aunque pases más frío que el protagonista de Titanic (1997). Aún así, aunque no sea culpable, podría ser un colaborador.

Precedentes

En 1919, Mudd y Grant demostraron que el enfriamiento de la superficie corporal provocaba una pronunciada isquemia y enfriamiento de las amígdalas, especulando que esta vasoconstricción refleja del epitelio de las vías aéreas disminuía la resistencia a la infección y permitía la infección bacteriana de las amígdalas. En esta época los virus eran aún unos recién llegados. En 1965, Sir Christopher Andrewes propuso en su libro sobre el resfriado común que el frío podría manifestar una infección viral latente, pero no se puso a prueba su propuesta. Lo que sí se ha comprobado es que el frío no "baja las defensas" ni facilita la infección en la inoculación.

¿El frío baja las defensas?

Mujer nadando entre la nieve
La respuesta inmunitaria local en el epitelio respiratorio local ante una infección viral o bacteriana implica una respuesta inespecífica de leucocitos polimorfonucleares (PMN) y leucocitos, que actúan fagocitando, generando superóxidos viricidas y bactericidas, factores de complemento y mediadores químicos como la bradicinina y prostanglandinas que participan en la defensa local. El frío provocaría una vasoconstricción en la zona reduciendo el flujo sanguíneo y, con este, de nutrientes y leucocitos. A su vez, con esta reducción del flujo sanguíneo se enfriaría aún más el epitelio nasal al llegar menos sangre caliente. Es decir, el frío frenaría la respuesta inmune. Por otra parte, algunos virus se replican con más éxito si se disminuye la temperatura.

No obstante, esto no es una respuesta afirmativa a la pregunta. Aunque un enfriamiento puntual local pueda disminuir la actividad inmunitaria y favorecer la replicación de algunos virus, el enfriamiento de todo el cuerpo, ya sea por el aire frío o por inmersión en el agua, no solo no afecta negativamente sino que puede aumentar el número de linfocitos en la sangre. Aún con esto, hay que señalar que la medición de leucocitos en la sangre periférica no proporciona una medida para la defensa local en las vías respiratorias superiores. También es conveniente indicar que una vez infectado, permanecer en el frío hasta temblar, sin moverse y/o con ropa inadecuada puede aumentar la mortalidad de la enfermedad respiratoria ya presente.

Lo que sí podría ocurrir es que una infección subclínica, esto es, una infección asintomática, podría manifestarse al disminuir la respuesta inmunológica a nivel local.

¿Por qué los resfriados son más comunes en invierno?

Carlino tapado
En las zonas templadas, los virus causantes del resfriados tienen una intensa estacionalidad, actuando especialmente en torno al invierno. Cada virus en concreto tiene un periodo de prevalencia, como el rhinovirus en otoño o el VSR y la gripe con el cambio de año. Muy pocos de estos virus actúan más en verano que en invierno. Algunos de estos virus podrían actuar en primavera u otoño porque los virus más dominantes que actúan en invierno reducen la posibilidad de infección de infecciones subsecuentes menos activas.

En las zonas tropicales, estos virus se presentan durante todo el año a niveles intermedios, con mayor prevalencia que en los meses cálidos de las zonas templadas. Los virus como el VSR, el virus de la gripe A y el adenovirus encabezan las listas de prevalencia tanto en zonas templadas como tropicales, sin importar el tipo de clima. La gripe y otros virus de las infecciones respiratorias agudas (IRA) muestran estacionalidad en las zonas tropicales pero en relación con la temporada de lluvias, es decir, no se relaciona ni con el frío, ni con la radiación solar, ni la humedad.

En otro orden de cosas, se han observado mayores niveles de infección durante el descenso térmico. Dicho de otra manera, se observan más casos cuando la temperatura fluctúa, no cuando se mantiene constante, aunque esta sea fría. Aunque hay una variación inmunitaria estacional en las personas, con mecanismos como los descritos en el apartado anterior, eso no explicaría la estacionalidad de los virus. Habría que añadir que, en las regiones donde la noche trae un brusco descenso térmico en verano, sigue habiendo una mayor estacionalidad de los virus en los meses invernales, aunque entonces el descenso térmico nocturno hubiera sido prácticamente similar. Por otra parte, la variedad inmunológica estacional de las personas tampoco explicaría por sí sola el cese brusco de las epidemias de gripe ni la aparición simultánea de estos virus en grandes regiones geográficas.

Por ello, es más probable que la sensibilidad a la temperatura de los virus juegue un papel fundamental junto a la variabilidad en la susceptibilidad del huésped. Por ejemplo, en invierno, cuando se debería ser más susceptible, el ejercicio al aire libre tiene un efecto protector contra las infecciones, probablemente por el aumento de la temperatura corporal. Junto a esto se incorpora el concepto observado del virus latente, que permanece inactivo hasta que el descenso térmico le favorece.

Resumen

El resfriado es causado por un virus, no el frío, pero un descenso brusco de la temperatura corporal puede afectar tanto a la susceptibilidad del huésped como ofrecerle al virus un ambiente idóneo para aumentar su actividad. El frío, si permanece constante, no produce este efecto.

Fuentes

  • Eccles, R. (2002). Acute cooling of the body surface and the common cold. Rhinology, 40(3), 109-114.
  • Stewart, P. D. S. (2016). Seasonality and selective trends in viral acute respiratory tract infections. Medical hypotheses, 86, 104-119. 

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