Anatomía de la médula espinal

Lámina anatómica posterior del tronco
La médula espinal es la parte del sistema nervioso central que continúa tras el bulbo raquídeo o médula oblonga, albergándose en el interior del conducto vertebral o raquídeo, y terminando en el comienzo de la región lumbar de la columna vertebral. En su recorrido discurren 31 pares de nervios espinales, con fibras aferentes y eferentes, es decir, sensitivas y motoras, respectivamente. Como el resto del sistema nervioso central, está envuelto por las cubiertas meníngeas y el líquido cefalorraquídeo. A nivel cervical y lumbar presenta dos engrosamientos fusiformes llamados intumescencias cervical (C3-T1) y lumbar (L1-S3), mientras que en su extremo lumbar forma el cono medular. Finalmente, el filum terminal, un filamento de piamadre, alcanza la cara dorsal de la primera vértebra coccígea por medio del ligamento coccígeo.

Estructura externa

Sección transversal de la médula espinal con las meninges
La médula espinal continúa la envoltura meníngea del encéfalo, formada por tres capas concéntricas: piamadre, aracnoides y duramadre, siendo esta la más externa. Aunque la médula  termina a nivel de las vértebras L1-L2, el aracnoides y la duramadre continúan hasta S2. Los nervios espinales evaginan estas dos capas al pasar por los agujeros intervertebrales. Después de la fusión de las raíces posteriores y anteriores, esta membrana se continúa con el epineuro.
Nervios raquídeos
Por Cancer Research UK (email original de  CRUK) [CC BY-SA 4.0], via Wikimedia Commons
Los nervios espinales o raquídeos son 31 pares (8 cervicales, 12 torácicos, 5 lumbares, 5 sacros y 1 coccígeo). Los primeros 7 pares salen cranealmente a sus vértebras correspondientes. A partir de C8, que discurre entre C7 y T1, salen por debajo de su vértebra correspondiente. Como la médula no recorre toda la columna vertebral por diferencias en la tasa de crecimiento embrionario, el nivel de la médula no se suele corresponder con su vértebra correspondiente, especialmente tras la vértebra L1-L2, donde la médula espinal acaba y se encuentra la cola de caballo. Las apófisis espinosas de las vértebras pueden servir para localizar a su segmento medular correspondiente: 1 apófisis espinosa cervical en las cervicales, 2 en las torácicas y 3-4 en las lumbares.

Los nervios espinales surgen inicialmente de la médula en dos parejas de raíces:
  • Raíces posteriores o dorsales y sensitivas
    • Fibras sensitivas somáticas generales propioceptivas o intrafusales: controlan la tensión muscular.
    • Fibras sensitivas somáticas generales exteroceptivas: las correspondientes a los sentidos que nos permiten transmitir la información del exterior.
  • Raíces anteriores o ventrales y motoras
    • Fibras motoras somáticas generales (motoneuronas): controlan los músculos esqueléticos. Provienen del asta anterior.
    • Fibras motoras viscerales o preganglionares: proceden del asta lateral.
      • Fibras simpáticas preganglionares  (T1-L3)
      • Fibras parasimpáticas preganglionares (S2-S4)
Además, los ganglios simpáticos comunican sus fibras viscerales o vegetativas con ambas raíces a través de los ramos comunicantes.

Por último, sin dar más detalles para no alejarnos demasiado de la médula, los nervios espinales y cervicales, en sus ramas anteriores, forman las asas o plexos nerviosos que inervan a los músculos de los miembros.

Estructura interna

Sustancia blanca

Surcos y cordones de la médula
Si cortásemos transversalmente la médula espinal (una rodaja, que se podría llegar a decir coloquialmente), veríamos la sustancia gris con una forma que se suele comparar con una H o mariposa, y la sustancia blanca a su alrededor. De fuera a dentro, se distinguen, en primer lugar los surcos y fisuras. En la cara anterior se distingue:
  • Fisura mediana anterior
  • Surcos ventrales laterales
En la cara posterior:
  • Surco mediano dorsal
  • Surcos dorsolaterales
  • Surcos intermedios laterales
Estos surcos sirven para delimitar las distintas regiones llamadas cordones. Se organizan en parejas, presentándose a izquierda y derecha:
  • Cordones anteriores: entre ambos surcos ventrales laterales.
  • Cordones laterales: a los costados, entre los surcos ventrales laterales y los surcos dorsolaterales.
  • Cordones posteriores o dorsales: entre los surcos dorsolaterales.

    Vías, tractos y/o haces

    Vías de la médula espinal
    Traducción de la imagen de Polarlys y Mikael Häggström [CC BY-SA 3.0 o GFDL], vía Wikimedia Commons
    En estos cordones se encuentran los tractos, fascículos o vías, es decir, fibras nerviosas con orígenes, terminaciones o funciones comunes. En la imagen superior se puede visualizar la división que existe entre las distintas vías según su sentido de comunicación. Casualmente, los colores elegidos coinciden con los comúnmente usados en la diferenciación de vasos eferentes y aferentes del sistema sanguíneo (arterias y venas). Aquí el sentido con el que se relaciona el color es el mismo: rojo para las eferentes, es decir, las que salen del encéfalo, y azul para las aferentes, las que se dirigen al encéfalo.
    • Las vías descendentes se corresponden con la acción motora, en la transmisión de la orden desde el cerebro al músculo correspondiente. 
      • Vía corticoespinal o piramidal: como indica su nombre, los cuerpos celulares de las neuronas de esta vía se encuentran en la corteza cerebral. Pasan por la porción central del puente y el bulbo raquídeo. Aquí forman dos columnas llamadas las pirámides de la médula oblongada, que bautiza el nombre alternativo de la vía. Aproximadamente la mitad de las fibras acaba a nivel cervical, 1/5 a nivel torácico y el resto a nivel lumbosacro.
        • Vía corticoespinal lateral: un porcentaje variable, pero superior o igual a 3/4 de las fibras, decusan aquí desde la zona inferior contralateral del bulbo raquídeo.
        • Vía corticoespinal anterior: las fibras que no decusan a nivel del bulbo raquídeo, sino que permanecen homolaterales hasta llegar al nivel que inervan, donde sí decusan al lado opuesto.
      • Vía extrapiramidal
        • Haz rubroespinal: su nombre sigue delatando su origen, en este caso en el núcleo rojo (Latín: rubrō, "rojo"), que recibe fibras aferentes de la corteza motora y el cerebelo. Controla la flexión muscular de los miembros. Decusa en el área tegmental ventral de Tsai en el mesencéfalo.
        • Haz reticuloespinal: originado en la formación reticular del puente y el bulbo raquídeo. Influye en el movimiento voluntario, la actividad refleja y tono muscular (motoneuronas α y γ). También intercede en el efecto depresor y presor del sistema circulatorio y el control respiratorio.
          • Tracto pontorreticuloespinal o reticuloespinal lateral: aquellas fibras que descienden homolateralmente del puente.
          • Tractos bulborreticuloespinales o reticuloespinales laterales: aquellas fibras que descienden bilateralmente del bulbo raquídeo.
        • Haz olivoespinal: se considera que surge del núcleo olivar inferior del bulbo raquídeo, viéndose solo en la zona cervical de la médula espinal. Se duda de su existencia.
        • Haz vestibuloespinal: comienza en los núcleos vestibulares en el puente y el bulbo raquídeo
          • Tracto vestibuloespinal lateral: desciende homolateralmente del núcleo homónimo, o de Deiters. Controlan el tono de los extensores en los músculos posturales.
          • Tracto vestibuloespinal medial o fascículo longitudinal medial: desciende del núcleo homónimo.
        • Haz tectoespinal: originado en el colículo en el mesencéfalo, decusa en el área tegmental dorsal. No presente en la imagen superior, en la médula espinal, sus fibras descienden junto a la fisura mediana anterior, pero la mayoría de sus fibras acaban en los segmentos cervicales. Se considera que media en los movimientos reflejos frente a estímulos visuales.
    • Las vías ascendentes son por las que viaja la información sensorial recibida, tanto interoceptiva como exteroceptiva.
      • Vía dorsal-lemniscal medial: transcurren homolateral hasta llegar al núcleo grácil y cuneiforme, donde decusan por las fibras arqueadas internas del bulbo raquídeo al lemnisco medial. Termina en el núcleo ventral posterior del tálamo, en neuronas que proyectan a la corteza somatosensorial.
        • Fascículo grácil: sus fibras se unen a la médula en las secciones sacras, lumbares y torácicas inferiores.
        • Fascículo cuneiforme: sus fibras se unen a la médula a nivel torácico superior y cervical.
      • Tractos espinotalámicos: transmiten el dolor, temperatura, tacto no discriminativo y presión. Decusan a través de la comisura blanca anterior, en la zona ventral del conducto central de la médula. Las fibras que transmiten dolor y temperatura lo hacen en el mismo segmento donde se originan, mientras que los del tacto y presión pueden subir varios niveles antes de hacerlo. Presenta una ruta adicional llamada el sistema espinorreticulotalámico que llega a la formación reticular, cuyas fibras llegan a su vez a los núcleos intralaminares del tálamo. Se considera que es por donde se transmite el dolor de instauración lenta, sordo y continuo. El tracto espinotalámico, en contraste, es llamado sistema neoespinotalámico, caracterizado por la transmisión del dolor agudo, finamente localizado y punzante de instauración rápida.
        • Tracto espinotalámico lateral
        • Tracto espinotalámico anterior
      • Tractos espinocerebelosos: transmiten hacia el cerebelo información de los husos musculares, órganos tendinosos de Golgi y los receptores táctiles para el control de la postura y la coordinación del movimiento. Este tracto tan solo consta de una secuencia de dos neuronas, a diferencia de las tres de las vías ascendentes anteriores.
        • Haz espinocerebeloso posterior: originado en el núcleo torácico posterior o columna de Clarke, que entran por el pedúnculo cerebeloso inferior al cerebelo.
        • Haz espinocerebeloso anterior: decusan en la médula espinal y entran en el cerebelo por el pedúnculo cerebeloso superior.
      • Tracto olivoespinal: transmite la propiocepción inconsciente y está conectado con el núcleo olivar inferior del bulbo raquídeo.

    Sustancia negra

      Láminas del a sustancia gris de la médula espinal
      Por User:Polarlys, desde la versión alemana y traducida por Interiot [GFDLCC-BY-SA-3.0 o CC BY 2.5], de Wikimedia Commons
      La sustancia gris se clasifica en:
      • Asta dorsal o posterior:Contiene las láminas I a la VI. Aquí se sitúa la sustancia gelatinosa, también conocidas como las láminas I a la III de Rexed. Recibe fibras aferentes mielinizada de poco diámetro (Aδ) y amielínicas (C) asociadas con la nocicepción.
      • Asta intermediolateral: se sitúa la columna intermedia lateral, desde la columna toráxica e inicio de la lumbar, donde se originan las neuronas preganglionares del sistema nervioso parasimpático. Entre S2 y S4 se encuentra el núcleo parasimpático sacro.
      • Asta ventral o anterior: Contiene las láminas VII, VIII y IX. En esta última se encuentran las motoneuronas α y γ. En sentido proximodistal y mediolateral, en la zona más superficial se encuentran las motoneuronas de los músculos extensores y las motoneuronas de los músculos flexores en la zona más profunda.
      • Comisura gris: se encuentra aquí la lámina X.
      Por último, en el centro se sitúa el conducto ependimario o central, entre el cuarto ventrículo y el ventrículo terminal de Krause, que contiene líquido cefalorraquídeo.

      Fuentes

      • Fernández, C. B. (2011). Valoración del Daño Corporal. Pares craneales. Médula espinal. Sistema nervioso periférico. Elsevier Health Sciences.
      • Crossman, A. R., & Neary, D. (2015). Neuroanatomía: texto y atlas en color. Elsevier Masson.

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