Posiciones básicas y cambios posturales en la cama

Las posiciones correctas en la cama y los cambios de una a otra son un elemento necesario para evitar las úlceras por presión(1) en encamados. Estas úlceras por presión se producen por la falta de irrigación en la piel y zonas circundantes debido a, como su nombre indica, la presión producida por el peso del paciente. Suelen predominar en zonas con relieves óseos, es decir, en aquellas áreas donde los huesos son más prominentes. La presencia de úlceras por presión (UPP) causa dolor que se combina con la ansiedad, aislamiento y miedo respecto a la curación de la herida, asociándose además con una mayor mortalidad. Aunque todos los pacientes pueden sufrirlas, la edad, los problemas circulatorios, el estado de la piel y la nutrición deficientes aumentan su incidencia.

Por lo tanto, las posiciones pretenden disminuir la presión en esas zonas. Como esta no se puede eliminar totalmente, es necesario realizar cambios posturales periódicos para que todo el tejido esté debidamente irrigado y oxigenado. Ante todo, hay que tener en cuenta que, según la patología, se tomarán consideraciones especiales.

Además de las UPP, estas posiciones también pretenden conservar en lo posible la movilidad articular y mantener los miembros en la posición más funcional.

En la presente entrada tan solo presentaremos los aspectos preventivos de las posiciones y cambios posturales, sin adentrarnos en las distintas transferencias ni tratamientos de las UPP.

Evaluación

No solo hay que tener en cuenta la correcta colocación y los cambios posturales, sino la importancia de evaluar el estado de la piel. Si presenta un eritema, es conveniente observar si se blanquea tras una ligera presión de tres segundos. También se debe evaluar la temperatura cutánea, la consistencia del tejido (p.ej: dureza) y la presencia de edema. Si es posible, debemos interrogar al paciente sobre el dolor en la zona.

La frecuencia de valoración debe ser, al menos, de dos veces al día.

Prevención

Paciente en decúbito lateral y supino
Sprigle (2011)

La higiene de la piel es otro factor importante. Debe realizarse con un producto con pH adecuado y procurando mantener la piel seca tras la limpieza, ya que la humedad aumenta el riesgo de UPP. Esta práctica es aún más recomendable tras casos de incontinencia.

Las zonas con UPP no debe masajearse vigorosamente ni calentarse

La duración de las posiciones suele situarse en torno a las dos horas. Según factores como la tolerancia de los tejidos, el nivel de actividad y movilidad, la situación clínica general, los objetivos generales del tratamiento, el estado de la piel y la comodidad, pueden oscilar. Durante la noche, el tiempo entre cambios posturales puede extenderse a cada tres horas.

Al realizar los cambios, se debe levantar, no arrastrar al individuo.

Posiciones

Hay muchas posiciones, pero aquí repasaremos las más básicas, que pueden realizarse en cualquier cama y se aplican generalmente.

Decúbito supino o dorsal

Wikimedia Commons
  • Rodillas y caderas extendidas y paralelas. Nunca cruzadas. La rodilla puede mantener una ligera flexión (5-10º) para evitar la obstrucción de la vena poplítea por una hiperextensión y provocar una trombosis venosa profunda.
  • Tobillos en posición neutra, con los dedos apuntando al techo. Una almohada bajo la pantorrilla y en la planta de los pies para mantener la posición. Esto está especialmente indicado para aquellos en riesgo de pie equino.
  • Almohada entre las rodillas.
  • Rollo de tela bajo el trocánter mayor, es decir, a la altura de las caderas.
  • Almohadas bajo la cabeza y columna lumbar.
  • Opcionalmente se pueden colocar un par de almohadas entre los brazos y el torso.

Decúbito prono

Es la menos usada, ya que puede haber impedimentos, como problemas respiratorios o antecedentes de patología arterial cerebral. Sin embargo, ligera totalmente de presión las zonas posteriores del cuerpo.
  • Cabeza ladeada sobre una almohada.  
  • Almohadas o rodillos almohadillado bajo el tórax a la altura de las axilas y otros dos apoyando las crestas iliacas, es decir, la cintura.
  • Evitar presiones en mamas en las mujeres y genitales en los hombres.
  • Cilindro para apoyar los tobillos y evitar que la punta de los pies contacte con la cama.
  • Brazos ligeramente separados del cuerpo, con codos extendidos y palmas hacia abajo.

Decúbito lateral

  • La pierna que no está en contacto con la cama en flexión de cadera y rodilla. Se coloca una almohada entre ambas rodillas.
  • El brazo inferior se flexiona para evitar que el cuerpo lo aplaste, con la mano en la almohada y la palma hacia el techo. 
  • Almohada en la espalda para evitar que se caiga hacia atrás.

Cambios posturales

Recomendaciones

  1. Antes de realizar alguna maniobra, procura que no haya obstáculos. 
  2. Si la altura de la cama es regulable, sitúala a la altura de tu cadera. 
  3. Si va a ser transferido a una silla, evalúa por qué lado es más cómodo para ambos hacerlo. 
  4. Si la cama tiene barandillas que se bajan, hazlo en ese lado. 
  5. El paciente deberá girarse a ese lado. 
  6. Es recomendable implicar al paciente, coordinándose con señales claras.

Para el cuidador

  • El cuidador también tiene que cuidarse. Siempre que muevas a un paciente, como con cualquier carga, acércate lo máximo posible a este. Los brazos, dentro de lo posible, permanecerán dentro de lo posible pegados al tronco. Serán los antebrazos
  • La espalda debe permanecer recta. No se dobla, se gira, ni se inclina. El esfuerzo tampoco debe provenir de los músculos de esta.
  • En cambio, son las piernas quienes ejecutan los movimientos mientras la espada se encuentra fija como un bloque. Para cargar, doblaremos las rodillas. Es conveniente ayudarse de la gravedad, o dicho de otra manera, nuestro propio peso, para facilitarnos el desplazamiento de las cargas. 
  • Los agarres deben ser firmes, pero sin hacer daño.

Sobre el paciente

  • No se debe forzar ni tirar de los miembros. 
  • Si el paciente coopera, asistir desde el lado más débil.
  • Evitar roces en la piel, como al arrastrarlo.
  • Mantener las precauciones recomendadas por los sanitarios.
  • No tener prisa.
  • Si no estás seguro de algo, pide ayuda.

Decúbito supino a sedestación, pasando por el decúbito lateral

  1. (Si está presente) Silla de ruedas en el lado por donde vaya a bajarse, cerca de la cabecera, mirando a los pies de la cama. Los frenos puestos y el estribo más cercano a la cama desplazado o quitado.
  2. La pierna más cercana (homolateral) al borde de la cama puede estar extendida o flexionada, según la posición que sea más cómoda para el paciente. El paciente deberá flexionar la rodilla opuesta (contralateral).
  3. Coloca tus manos detrás de su hombro y cadera o músculo del lado opuesto, es decir, el que está más alejado a ti (contralateral). Si colabora, el paciente moverá el brazo de ese mismo lado contralateral hacia el borde de la cama en el que estás. El brazo del paciente homolateral de la cama permanecerá en flexión de hombro y codo (2) para evitar que quede aplastado por su cuerpo. Con esta posición podrá rodar a la posición de decúbito lateral.
  4. Con las caderas y rodillas flexionadas y con la mano contralateral apoyada en la cama, si coopera, podrá impulsarse a la posición sedente. 
  5. Se puede asistir sujetándole las piernas, con nuestra mano (caudal) más cercana a los pies de la cama, por debajo de sus rodillas para sacarlas de la cama.
  6. Nuestra otra mano (craneal), más cercana a la cabecera, puede colocarse detrás del hombro del paciente más cercano a la cabecera, desplazándolo hacia arriba. Nuestra mano (caudal) más cercana a los pies de la cama se colocará sobre su pelvis o en su espalda. 
  7. Siguiendo las recomendaciones ergonómicas presentadas antes, el paso de decúbito lateral a sedente lo haremos basculando nuestro peso de una pierna a otra y doblando nuestros rodillas, no a base de fuerza bruta en nuestros brazos y tronco. 
  8.  Nos balanceamos de un lado a otro para que el paciente bascule para acercarse al borde de la cama. Los brazos soportan, alternativamente, el hombro del lado al que se inclina el paciente. Si la cama tiene altura regulable, bajarla hasta que la planta de los pies del paciente toquen el suelo.
  9. Si el paciente se prepara para ponerse en pie, inclinarlos hacia delante, con ambas manos sobre la cama o en su regazo para que se ayuden al levantarse.
Estas son consideraciones generales. Ciertos pasos, especialmente si implican la participación del paciente, varían según la patología (p.ej: hemiplejía). En el paso de decúbito a sedente, sobre todo si ha permanecido mucho tiempo encamado, debe realizarse sin prisas para evitar la hipotensión ortostática.

Sedestación a decúbito supino, pasando por el decúbito lateral

El paso opuesto, con las indicaciones en sentido inverso.
  1. El paciente se sentará cerca de la cabecera de la cama.
  2. Asistir al paciente a situarse en decúbito lateral.
  3. Ayudarle a doblar las rodillas y caderas, y a rodar a decúbito supino. 
  4. El paciente basculará para colocarse recto, cómodo y en el centro de la cama. Si necesita ayuda, asistirlo atendiendo por separado hombros y pelvis. Se levantará ligeramente cada segmento (cintura escapular o pélvica) con ambas manos para alinearlo.

Decúbito supino a prono

  1. Cabeza rotada hacia el lado a girar.
  2. Colocamos los brazos del paciente cruzados sobre el ombligo.
  3. Pasamos nuestro brazo craneal por detrás de su cabeza, sujetando los hombros. Con esto, acercamos la parte superior del cuerpo hacia el borde de la cama donde nos encontremos.
  4. Con la mano cercana a los pies, recogemos sus piernas por debajo de sus rodillas (como una pala) desde nuestro lado, mientras con la otra manos sujetamos la cadera opuesta. Acercamos la parte inferior del cuerpo para alinearla con la superior.
  5. Ahora que hemos dejado sitio para girar, la mano homolateral del paciente se coloca sobre su hombro opuesto. Su otro brazo se sube para que quede paralelo a la cabeza.
  6. Se flexiona la rodilla y cadera del mismo lado.
  7. Nos cambiamos del lado de la cama. Colocamos el brazo caudal por debajo de la rodilla flexionada, pero sujetándola desde el lado opuesto, tocando con el dorso de la mano la zona anterior de la pierna extendida. 
  8. Si no podemos cambiarnos de lado de la cama, colocaremos nuestra mano caudal entre ambas rodillas y nuestra mano craneal detrás de su espalda. Partiendo de una flexión de rodillas, las extendemos para hacer palanca y rodar al paciente sobre la cama.
  9. La mano craneal sujeta el brazo flexionado del paciente.
  10. Suavemente, basculamos para hacer rodar al paciente y procuramos que, en el proceso, extienda la pierna.

Decúbito prono a supino


  1. Acercamos al paciente a nuestro lado de la cama.
  2. Cruzamos su pierna homolateral del paciente por encima de la contralateral.
  3. Su mano contralateral del paciente se sitúa bajo la cara, que mira su codo, que apunta hacia donde vamos a girar. Su mano homolateral, bajo el vientre.
  4. Nos situamos con las rodillas flexionadas, con la mano craneal sujetando el antebrazo lo más próximo posible al codo (3) y la mano caudal entre sus dos piernas, cercana a sus rodillas.
  5. Extendiendo las rodillas hacemos palanca para que ruede el cuerpo

 Decúbito lateral a prono

  1. Si no hay espacio, alejamos al paciente del borde de la cama al que lo vamos a desplazar.
  2. Hay dos opciones para colocar el brazo en contacto con la cama: junto a la cabeza, apuntando a la cabecera, o pegado al cuerpo, procurando que la mano quede debajo del costado. La primera opción es más segura. En tal caso, el otro brazo se coloca en paralelo.
  3. Se tira con nuestras manos en las superficies óseas por detrás de su hombro y cintura
  4. Colocamos la cabeza en una posición cómoda.

Decubito prono a lateral

  1. Si no hay espacio, alejamos al paciente del borde de la cama al que lo vamos a desplazar.
  2. Nos situamos en el lado de la cama al que dará la espalda.
  3. El brazo homolateral se coloca recto hacia la cabecera de la cama, mientras que su brazo contralateral se agarra al antebrazo del anterior.
  4. La pierna contralateral se cruza sobre la homolateral.
  5. Nuestras manos pasan entre sus rodillas y por su hombro contralateral. La idea es que, como en las maniobras anteriores, las rodillas y el brazo formen un asa o pinza en torno a nuestras manos.
  6. Nosotros, con una pierna adelantada a la otra, basculamos nuestro peso hacia la pierna retrasada, flexionando las rodillas. Así tiramos y hacemos rodar al paciente hacia nosotros.

Notas

(1) También llamadas úlceras, escaras o lesiones de decúbito.
(2) La flexión de hombro consiste en adelantar el brazo.
(3) En general, si tenemos que tirar o desplazar un miembro, cuanto menos articulaciones intermedias haya entre nuestro agarre y la primera articulación del miembro, mejor.

Notas generales

Primero lo he puesto en paréntesis, pero homolateral se refiere al lado más cercano a donde estamos. Contralateral es el lado opuesto. Craneal se refiere al que está en la posición más cercana a la cabeza o a la cabecera de la cama, mientras que caudal es el opuesto. El uso de estos términos se hace para evitar la confusión que puede suponer usar arriba o abajo, izquierda o derecha, ya que son términos relativos que cambiarían según nuestra situación, pero, a su vez, he intentado usar términos comprensibles por todos.

En segundo lugar, tras los cambios posturales se colocan las posiciones tal y como están describas en el apartado "posiciones". Los movimientos, agarres y recomendaciones pueden variar en algunos casos. En las fuentes consultadas existen bastantes variaciones, pero siempre prevaleciendo la seguridad del paciente y del cuidador.

Bibliografía

Imágenes

  • Stephen Sprigle PhD, P. T. (2011). Assessing evidence supporting redistribution of pressure for pressure ulcer prevention: a review. Journal of rehabilitation research and development48(3), 203.

Imágenes adicionales

Debido a que no he podido encontrar la fuente ni su licencia, no he podido usarlas, pero en estas dos webs hay imágenes muy claras de las distintas posiciones: Nursingcrib y Ashrafkamal77.

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